El Presidente de la Generalidad de Cataluña (Generalitat de Catalunya) llevó su campaña pro independencia a la Universidad de Harvard. La prensa española lo cubrió muy bien, y la norteamericana lo ignoró. Para los detalles vaya a Puigdemonte en Harvard y lo leeré. Lo he hecho y me he quedado asombrado de la vileza mentirosa y victimista de uno que se exije el tratamiento de Excelente Señor (Honorable…).
Primero, El honorable no atrajo ni a las moscas. No sabremos nunca ni nosotros ni los catalanes cuánto ha costado esta excursion a orillas del Charles (río bostoniano) para promocionar la causa de los que, según el Honorable, sufren más a manos de los crueles españoles de otras regions de España, que los afroamericanos de Misisipi en los 50 y los 60. Para que entendiéran las cuatro moscas que acudieron a la cita, comparó la realidad democrática española con el autoritarismo posdemocrático de Erdogan. Así llamando a la memoria de sus poco oyentes la verdadera tragedia en millones en Atlanta, Selma, Alabama por un lado y la de los armenios, los kurdos y los opositores al sueño de Erdoban en la actualidad, pudo justificar sus lágrimas de pobre victim de la opresión, la tiranía, la sangria económica constante de Cataluña a manos del odiado espanyol. Francamente, leyendo como leemos hoy que el gobierno central dejará sin blanco a Andalucía para entregar miles de millones para infraestructuras en Catalaña ya basta de cinismo y mentiras. Don Muy Honorable, usted es muchísimas cosas pero víctima no es una de ellas, … ni honorable tampoco. A propósito de su victimismo, ¿porqué no se quejan nunca de las mega-cantidades de dinero que les obligó Franco a aceptar para desarrollar (ustedes menos que solitos) la Catalunya de la postguerra?