Marbella sigue siendo un paraíso en la Costa del Sol. A diferencia del resto del Medierráneo en verano, Marbella -al este desde Puerto Banús y al oeste de Fuengirola, en Marbella al aire estamos cómodos. Lo malo es el turismo tóxico de chanclas y comiseta hecha en Bangla Desh que domina las calles y el abandono por parte el ayuntamiento marbellí, la Diputación y la Junta de invertir en las infraestructuras que desde Jesús Gil para acá no han experimentado ninguna mejoría: Marbella vive de una fama ya historia. El centro es un vulgar zoco donde las tiendas de calidad son minimísimas. Todo es más o menos recuerdos y productos cutres y las calles están sucias. Otro problema es que Calify es un desastre. Los conductores no conocen Marbella y lo normal es que se pierden y abandonan al cliente esperando en la calle. Solución: el taxi de toda la vida. Al salir de los centros comerciales camino de casa el taxi es carísimo debido a que las salidas de los parking a las calles están saturados. En general en Marbella las salidas para el tráfico son gravemente y peligrosamente insuficientes gracias a la indiferencia de las autoridades. Es hora de buscar otros lugares para veranear, … fuera del paraíso.